FILADELFIA (Reuters) - El Papa Francisco se metió de lleno en algunos de los más ásperos debates políticos estadounidenses en una histórica visita, en la que pidió al país más rico del mundo que acoja a los inmigrantes, ponga fin al desamparo de las personas sin hogar y se preocupe más por el cambio climático.
A veces su mensaje fue directo, como su pedido al Congreso de Estados Unidos para que abandone su hostilidad hacia los recién llegados al país, otras veces más sutil, como su decisión ecológica de viajar en un pequeño vehículo Fiat en lugar de una gran camioneta blindada.
Si bien el Vaticano dijo que el Papa sólo reafirmaba las enseñanzas sociales de la Iglesia y no entregaba un testimonio político, muchos en la audiencia vieron el panorama de manera diferente.
Entre ellos, Gabriela Muñoz de Brooklyn, una inmigrante mexicana indocumentada, quien dijo que las palabras del Papa le trajeron "esperanza y fe".
"Incluso si es en una pequeña medida, tocó los corazones de los legisladores", dijo.
Pero el Congreso está fuertemente dividido en bandos y no está claro que su mensaje haya cambiado las posiciones en Washington o las Naciones Unidas, donde condenó el "afán egoísta e ilimitado de poder y de bienestar material". [ID:nL1N11U1BD][ID:nL4N11V4A4]
El primer papa latinoamericano negó que fuera un izquierdista pese a sus críticas a los excesos del capitalismo, y sus discursos ofrecieron a demócratas y republicanos munición para los intensos debates partidistas que han marcado al Washington actual.
Francisco también reiteró, en una referencia velada, la oposición de la Iglesia Católica Romana al aborto y defendió la noción tradicional de matrimonio en un país donde el matrimonio homosexual está garantizado por ley.
Fuera de los salones de los poderosos, el Papa se reunió con desamparados en Washington, reos y personas con discapacidades en Filadelfia antes de una misa al aire libre el domingo ante 1,5 millones de personas frente al museo de arte de la ciudad, en el final de la visita del pontífice de 78 años.
"Vivir supone 'ensuciarse los pies" por los caminos polvorientos de la vida y de la historia", dijo el Papa a un grupo de prisioneros en una visita el domingo en la mañana.
"Y todos tenemos necesidad de ser purificados, de ser lavados. Todos. Yo el primero", agregó.
¿FUE ESCUCHADO?
Durante su visita, Francisco hizo énfasis en la pluralidad de la fe y participó de una ceremonia con representantes de otras seis religiones en el lugar donde estuvieron las Torres Gemelas, destruidas el 11 de septiembre de 2001.
Francisco insistió además en los llamados a proteger el ambiente que hizo en su primera encíclica, "Laudato Si", y alabó los esfuerzos del presidente Barack Obama para combatir el cambio climático y pidió a los líderes de la ONU que se esforzaran más.
Tras instar al Congreso a trabajar por el bien común, se fue a comer con desamparados y dijo que no había justificación moral para su situación.
Kristen Bushka, una residente de Filadelfia de 36 años, que se acercó a echar un vistazo al Papa, dijo que su mensaje traspasaba las líneas de los partidos.
"Se ve como los demócratas se refieren a sus discursos y lo mismo los republicanos", dijo Buska. "No creo que el Papa tenga una agenda política. Creo que lo que dice se relaciona con todos".
Apenas minutos después del histórico discurso de Francisco ante el Congreso, los legisladores de cada partido dijeron que sus palabras reforzaban sus argumentos y sostuvieron que el otro sector no logró comprender al Papa.
Los observadores se mostraron divididos sobre el efecto que habrían tenido las palabras de Francisco en la dividida cámara.
"Washington no lo ignoró, pero son incapaces de seguir las sugerencias del Papa. Es así de simple", dijo Larry Sabato, director del centro de estudios políticos de la Universidad de Virginia.
"Creo que el Papa tuvo más impacto en el estadounidense promedio. Es ahí donde debería haber un impacto", agregó.
El pontífice argentino se siente más cómodo hablando en español, el idioma que usó en la mayoría de sus homilías ante los católicos durante la visita, aunque ofreció su discurso en el Capitolio en inglés.
Esto reflejó en parte su deseo por entregar su mensaje de la manera más directa posible a los estadounidenses, dijo Thomas Groome, director ejecutivo del centro de estudios de la iglesia en el siglo 21 de Boston College.
En momentos en que la inmigración es un tema candente en la carrera por la presidencia de Estados Unidos en el 2016, con el aspirante republicano favorito para la Casa Blanca prometiendo construir una muralla en la frontera con México, Francisco destacó su propia herencia al hacer un llamado a la tolerancia.
El pontífice recordó que es "hijo de inmigrantes" que viajaron de Italia a Argentina y habló en español a las multitudes donde abundan católicos latinos, al sostener que no tenían por qué avergonzarse de su herencia.