Washington, 11 de octubre, 2016 (AP). Desde hace mucho tiempo la candidatura de Donald Trump ha expuesto la existencia de divisiones en el seno del Partido Republicano. Los líderes de la agrupación esperaban evitar una guerra interna al menos hasta después de los comicios presidenciales, pero parecen estar fracasando en su empeño.
La máxima autoridad republicana en el Congreso abandonó de facto a Trump el lunes, mientras que el jefe del Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés), declaró que estaba en total coordinación con el cuestionado candidato a la Casa Blanca: dos posiciones que recalcan cómo el partido está cada vez más enfrentado internamente a medida que se acerca la cita electoral del 8 de noviembre.
Partidarios de Trump se congregaron ante la sede del RNC en el Capitolio el lunes. "Él ya tiene que luchar contra Hillary y Bill (Clinton) y los medios. ¿Ahora tiene que luchar contra otros republicanos?", preguntó Kelley Anne Finn, de 58 años, del norte de Virginia. "No votaremos a favor de quien no vote por Trump".
Cuarenta senadores y congresistas republicanos han revocado su apoyo al candidato del partido a la Casa Blanca y casi una treintena de ellos le pidieron en los últimos días que abandone la contienda electoral. Pocos eran defensores acérrimos del empresario en un principio, pero la gota que colmó el vaso fue la emisión a finales de la semana pasada de una grabación de hace una década en la que el ex astro de reality shows empleaba lenguaje vulgar y soez contra las mujeres.
El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, dijo a los miembros de su bancada el lunes que no hará campaña por el empresario ni lo defenderá.
En esencia, Ryan reconoció la derrota del candidato presidencial al afirmar que dedicará sus energías a impedir que Clinton obtenga un "cheque en blanco" como presidenta con un Congreso de mayoría demócrata, según asistentes a su conferencia telefónica privada con miembros del bloque. Si bien no rescindió su tibio apoyo a Trump, dijo a los legisladores que estaban en libertad de hacerlo y luchar por su propia reelección.
Trump respondió por Twitter que Ryan, tercero en la línea de sucesión a la presidencia, "debería dedicar más tiempo a equilibrar el presupuesto, empleos e inmigración ilegal y no perder el tiempo peleando con el candidato republicano".
El lunes más tarde, uno de los amigos más cercanos de Ryan, el presidente republicano Reince Priebus, aseguró en privado a miembros ansiosos del RNC que el partido no abandonaría a su candidato en cualquier circunstancia.
En una conferencia telefónica nacional, el presidente del partido describió como "sentida" la disculpa ofrecida por Trump a raíz de sus comentarios sexualmente agresivos. Trump se disculpó durante el debate del domingo, pero también describió varias veces que toquetear a mujeres sin su consentimiento era una simple "charla de vestidores".
"Todo está en curso", dijo Priebus, de acuerdo con un participante en la teleconferencia. Dijo que el RNC seguiría coordinando con el equipo de campaña de Trump los esfuerzos de campo del partido en los estados más disputados, a pesar de los recientes informes en sentido contrario.
Trump recibió el lunes un espaldarazo de su compañero de fórmula, el gobernador de Indiana Mike Pence, quien dio una seria de entrevistas televisivas en las que exhortó a los republicanos a apoyar a Trump.
"Esta es una decisión entre dos futuros", dijo Pence, diciendo que nunca consideró abandonar a Trump. "Estoy honrado de ser su compañero de fórmula".