La reunión a la que asisten unos 80 ministros de Exteriores y Defensa y más de 30 jefes de Estado ha generado mucha expectativa por la situación de la política mundial. "Estamos viviendo un momento de máxima confusión", dijo el director del encuentro, el ex viceministro de Exteriores y ex embajador alemán Wolfgang Ischinger.
Como era de esperarse, el foco de las sesiones de tres días estará puesto fundamentalmente en la nueva administración del presidente Donald Trump. El vicepresidente Mike Pence hará el sábado su primera aparición internacional para explicar las directrices de la nueva política de
seguridad de Washington. Pence probablemente se reúna con la canciller alemana, Angela Merkel, quien también ha comprometido su asistencia para el sábado.
Amenazas a la OTAN
El nuevo Gobierno de Estados Unidos ha enviado hasta ahora señales contradictorias en materia de política exterior. El secretario de Defensa, James Mattis, amenazó el último miércoles a los socios de la alianza militar OTAN con reducir el compromiso de Estados Unidos si no aumentan sus propios gastos de defensa.
Este foro informal de Múnich es una de las citas más importantes en materia de política de seguridad, no solo por el amplio programa de debates, sino porque sirve de escenario para encuentros bilaterales al margen de las sesiones.
De esto modo, los actores más poderosos del mundo tienen suficientes temas que abordar: la guerra de Siria, el conflicto entre el gobierno y los separatistas prorusos en Ucrania, las tensiones con Rusia desde la anexión de la península de Crimea así como el futuro de la Unión Europea tras la prevista salida del Reino Unido.