Naciones Unidas, 20 feb (EFE).- El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, pidió hoy en la ONU medidas contra Rusia por su "agresión" y "ocupación" de parte de su país, empezando por restringir su derecho de veto en el Consejo de Seguridad.
"¿Quizás es hora de poner a Rusia en su sitio, empezando por privarla de su derecho de veto, al menos cuando se trata de asuntos relacionados con la agresión contra Ucrania?", se preguntó Poroshenko en un discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
El presidente ucraniano reiteró además su propuesta para desplegar en el este del país una misión de paz de la ONU, una idea rechazada por Moscú, que respalda a los separatistas de Donetsk y Lugansk.
Según Poroshenko, el objetivo de ese despliegue internacional que busca desde 2015 sería "terminar con la agresión rusa y restaurar la soberanía e integridad territorial de Ucrania".
"Estamos listos para una discusión constructiva sobre esta iniciativa", aseguró, planteando la posibilidad de que la ONU envíe un primer equipo para analizar opciones sobre el terreno.
Poroshenko insistió en que lo que ocurre en Ucrania no es un conflicto interno, sino una "ocupación militar y una agresión armada" por parte de Rusia.
"Vamos a combatir con uñas y dientes contra los intentos de presentar el comportamiento agresivo ruso contra mi país como cualquier otra cosa que lo que es: una guerra librada a plena vista de la comunidad internacional", subrayó.
Poroshenko llamó a la ONU y a sus Estados miembros a apoyar a Kiev ante las "ambiciones imperiales del Kremlin" e insistió en que solo de esa forma se podrá cambiar la situación en el este del país.
Según dijo, actualmente un 7 % del territorio ucraniano está "ocupado", incluida Crimea -anexionada por Moscú en 2014- y partes de las regiones de Donetsk y Lugansk.
Poroshenko, que es candidato en las elecciones presidenciales del próximo 31 de marzo, intervino hoy en una reunión convocada con motivo del quinto aniversario de la revolución del Maidán que en 2014 provocó la caída del Gobierno prorruso del presidente Víktor Yanukóvich.
La revolución dio luego pie a un conflicto armado en el este del país que llevó a la autoproclamación de las repúblicas populares de Donetsk y Lugank y la pérdida de control de Kiev sobre esos territorios.
En la sesión, el Gobierno ucraniano recibió el apoyo de entre otros la Unión Europea (UE), que reiteró su condena de la anexión de Crimea y su apoyo a la soberanía, integridad territorial, unidad e independencia de Ucrania.
El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, dio la réplica en nombre de Moscú, denunciando la revolución del Maidán como "un golpe de Estado" y acusando a la UE y EE.UU. de estar detrás de lo sucedido en Ucrania. Mundo
Foto - El presidente ucraniano Petro Poroshenko, este martes, en Kiev. EFE