BRUSELAS (Reuters) - La primera ministra británica, Theresa May, sostuvo el miércoles conversaciones “constructivas” en Bruselas mientras buscaba concesiones de una escéptica Unión Europea para su estrategia sobre el Brexit, socavada luego de la renuncia de tres legisladoras al Partido Conservador.
Tras reunirse con el jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, May dijo a una cadena británica que nuevamente presionó por “cambios legalmente vinculantes” a un acuerdo que logró con la UE en noviembre para que un mecanismo de protección para la frontera irlandesa (backstop), no obligue a su país a cumplir con las normas del bloque de manera indefinida.
Es esta parte del tratado, que intenta evitar nuevos problemas en Irlanda del Norte, lo que el Parlamento británico rechazó el mes pasado. Eso lanzó al país hacia la salida del bloque el 29 de mayo sin una red de seguridad, y dejó a May luchando para asegurar concesiones tanto de Bruselas como de legisladores de su propio partido y otros.
“He subrayado la necesidad de que veamos cambios legalmente vinculantes al backstop que garanticen que no pueda ser indefinido”, dijo May. “Eso es lo que se requiere si un acuerdo va a ser aprobado en la Cámara de los Comunes (...) El tiempo es fundamental”.
La primera ministra aseguró que hubo progresos y que su ministro del Brexit volvería a Bruselas el jueves, junto con el fiscal general Geoffrey Cox. Es a él quien la UE debe persuadir para cambiar su opinión de que el “backstop” nunca terminará.
Fuentes cercanas a las negociaciones dijeron que las discusiones se habían centrado en lo que May y Juncker denominaron en un comunicado como “garantía legal apropiada para ambas partes”.
La UE se ha negado a reabrir el tratado o agregar un nuevo texto que enfadaría a Irlanda al colocar un límite de tiempo sobre el “backstop” o darle a Londres el derecho unilateral de abandonar un acuerdo que vería a Gran Bretaña obligada a seguir las normas comerciales e industriales del bloque hasta que se encuentre una mejor forma.
La capacidad de May de alcanzar cualquier acuerdo en el Parlamento sufrió un nuevo golpe más temprano en el día cuando tres legisladoras de su propio Partido Conservador renunciaron, criticando su “desastroso manejo del Brexit”.
En su declaración conjunta, May y Juncker afirmaron que sus conversaciones fueron “constructivas” y que sus equipos seguirían “explorando las opciones con un espíritu positivo”. Ambos planean volver a reunirse antes de finales de febrero, cuando May enfrenta una nueva prueba en el Parlamento. | Reuters