MANAMA, Bahréin (AP) — El millonario plan de apoyo económico para los palestinos ideado por el gobierno de Estados Unidos no puede tener éxito sin abordar los elementos políticos de un acuerdo en Oriente Medio, dijeron el miércoles responsables de instituciones financieras internacionales e inversionistas globales, contrarrestando la insistencia de Washington de que ambas iniciativas deben separarse.
Los participantes en una conferencia de dos días en Bahréin dieron la bienvenida a los ambiciosos objetivos de inversión y desarrollo de la propuesta, pero advirtieron que el plan no cumple el objetivo sin un buen gobierno, un estado de derecho y una propuesta realista para una paz duradera, algo que, según señalaron, no se aborda.
Las opiniones de los expertos se hicieron públicas mientras los palestinos reiteraban su rotundo rechazo al plan conocido como “Prosperidad para la paz” porque ignora sus demandas políticas, incluyendo el final de la ocupación israelí y la creación de un estado independiente.
Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, sugirió que la paz es la pieza que le falta a la propuesta elaborada por el yerno y principal asesor de Donald Trump, Jared Kushner.
Los palestinos tienen un gran potencial económico que solo se puede conseguir con una reforma seria y protecciones a los inversionistas que deben incluir iniciativas anticorrupción más serias. Pero esto solo no es suficiente, apuntó Lagarde destacando que una “paz satisfactoria” es imperativa para la prosperidad. “Es cuestión de juntar todos los ingredientes juntos”, señaló.
“Mejorar las condiciones económicas y atraer inversiones duraderas a la región depende en última instancia de ser capaz de alcanzar un acuerdo de paz”, declaró Lagarde en un comunicado publicado más tarde por el FMI. “La paz, la estabilidad política y el restablecimiento de la confianza entre todas las partes implicadas son prerrequisitos esenciales para el éxito de cualquier plan económico para la región”.
Las palabras de Lagarde parecían estar en las antípodas de la opinión expresada por Kushner en la inauguración de la cumbre el martes. “Acordar una vía económica es una precondición necesaria para resolver lo que antes era una situación política irresoluble”, manifestó.
La propuesta depende en gran medida de la inversión en el sector privado en Cisjordania y Gaza, además de en Egipto, Jordania y Líbano, donde prevé crear un millón de nuevos empleos, reducir el paro entre los palestinos por debajo del 10%, doblar el Producto Interno Bruto palestino y reducir la tasa de pobreza palestina en un 50% a través de proyectos en los sectores de salud, educación, electricidad, agua, turismo, transporte y agricultura.
Ni Israel ni los palestinos estuvieron representados por delegaciones oficiales en la conferencia y muchas naciones árabes enviaron a funcionarios de bajo perfil en un indicio de su escepticismo hacia la propuesta. AP