SEÚL, Corea del Sur (AP) — Corea del Norte dijo el miércoles que no se rendirá ante las sanciones encabezadas por Estados Unidos y acusó a Washington de tratar de “ponernos de rodillas”.
La declaración es un nuevo recordatorio de la desconfianza de Pyongyang hacia Estados Unidos pese a que su líder, Kim Jong Un, y el presidente Donald Trump intercambiaron cartas recientemente.
Su segunda cumbre, celebrada en febrero en Hanói, terminó sin acuerdo por la disputa sobre el alivio de las sanciones que debería recibir el Norte a cambio de sus limitados pasos hacia la desnuclearización.
El Ministerio de Exteriores norcoreano señaló que no “dudará en apretar un musculoso gatillo para defendernos” si alguien se atreve a pisotear su soberanía.
El ministerio acusó además a Estados Unidos de mantener su hostilidad hacia el Norte y citó recientes reportes sobre supuesto tráfico de personas y represión religiosa en la hermética nación, además de comentarios del secretario de Estado, Mike Pompeo, acerca de que más del 80% de su economía está bajo sanciones.
Pompeo “dejó escapar un sofisma como si las sanciones hicieran posibles las conversaciones bilaterales”, apuntó el comunicado publicado por la agencia noticia estatal.
Según la nota, esto demuestra que el “sueño salvaje de Estados Unidos de ponernos de rodillas por medio de las sanciones y la presión no ha cambiado en absoluto sino que ahora es incluso menos disimulado”.
El Norte “no es un país que se rendirá a las sanciones de Estados Unidos”, agregó.
La correspondencia entre Kim y Trump sugirió que los dos líderes esperaban mantener la diplomacia viva, aunque no ha habido reuniones oficiales conocidas entre las dos partes desde el colapso de la cumbre de Hanói.
Está previsto que Trump llegue a Corea del Sur el sábado para una visita de dos días. AP
Norcoreanos sostienen tarjetas para formar un mosaico con la imagen de un trabajador y una agriculturo durante una exhibición deportiva, en Pyongyang, Corea del Norte, el 25 de junio de 2019. (AP Foto/Cha Song Ho)