RIAD (Reuters) - Momentos antes de que el periodista saudí Jamal Khashoggi fuera asesinado y desmembrado en octubre, dos de sus presuntos asesinos que lo acechaban en el consulado del reino en Estambul parecían muy ansiosos por la misión encomendada, de acuerdo a un reporte de Naciones Unidas divulgado el miércoles.
“¿Será posible colocar el tronco en una bolsa?”, preguntó Maher Mutreb, un oficial de inteligencia saudí que trabajó para un alto colaborador del príncipe heredero, según el informe de una relatora especial de Naciones Unidas sobre ejecuciones sumarias.
“No, muy pesado”, respondió Salah al-Tubaigy, médico forense del Ministerio del Interior a quien se le encargó cercenar y deshacerse del cuerpo. Decía que esperaba que la tarea fuera “fácil”.
Tubaigy continúa: “Las extremidades se separarán. No es problema. El cuerpo es pesado. Es la primera vez que tengo que cortar en terreno. Si traemos bolsas plásticas y lo cortamos en pedazos, lo lograremos. Envolveremos cada uno de los pedazos”.
Mutreb y otras 10 personas enfrentan actualmente un juicio en audiencia a puertas cerradas en Arabia Saudita por su responsabilidad en el crimen.
El ministro de estado saudí para asuntos exteriores, Adel al-Jubeir, rechazó el reporte del investigador y lo calificó como: “nada nuevo”.
El informe, que pide que el príncipe heredero Mohammed bin Salman y otros altos funcionarios saudíes sean investigados por su responsabilidad en la muerte de Khashoggi, está basado en grabaciones y trabajo forense de investigadores turcos y en información recabada a partir de juicios a sospechosos en Arabia Saudita.
Khashoggi, crítico del príncipe y colummista del Washington Post, fue visto por última vez en el consulado a dónde acudió a recibir unos documentos antes de su boda.
MENSAJE DE TEXTO
El reporte concluye que se trató de un homicidio deliberado. La CIA y organismos de otras naciones creen que el príncipe heredero saudí ordenó el asesinato, algo que los funcionarios del reino niegan.
Reportes de prensa han publicado los contenidos de algunas grabaciones obtenidos desde el interior del consulado, pero el informe de la ONU revela detalles espeluznantes.
Al final de una conversación con Tobaigy, Mutreb pregunta si el “cordero sacrificial” ya ha llegado. En ningún punto se menciona el nombre de Khashoggi, pero dos minutos después él arriba al edificio.
Khashoggi es llevado a la oficina del cónsul general en el segundo piso, donde se encuentra con Mutreb, a quien conocía de cuando trabajaron juntos en la embajada saudí en Londres años antes.
Mutreb le dice a Khashoggi que le envíe un mensaje de texto a su hijo.
“¿Qué le digo? ¿Nos vemos pronto? No puedo decir que esto es un secuestro”, pregunta.
“Que sea breve”, le responde. “Sáquese la chaqueta”.
“¿Cómo puede pasar esto en una embajada?”, inquiere Khashoggi. “No escribiré nada”.
“Escríbalo señor Jamal. Apúrese. Ayúdenos para que podamos ayudarlo a usted, porque al final lo llevaremos devuelta a Arabia Saudita y si no nos ayuda usted sabe lo que pasará al final, resolvamos bien este asunto”, dijo Mutreb.
El informe dice que el resto de la grabación contiene sonidos de movimientos, jadeos y luego de roces de bolsas plásticas, lo que ha llevado a la inteligencia turca a concluir que tras matar a Khashoggi los agentes desmembraron su cuerpo. Reuters