martes, 19 de noviembre de 2019

Irán suma un nuevo incumplimiento al acuerdo nuclear y supera el nivel permitido de agua pesada

Viena, 18 nov (EFE).- Irán ha sobrepasado ligeramente la cantidad de agua pesada que se le permitía almacenar según el acuerdo cerrado en 2015 con las grandes potencias para evitar que desarrolle armas nucleares, confirmó hoy en Viena el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

"Irán informó al Organismo el 16 de noviembre de que sus reservas de agua pesada han excedido las 130 toneladas", comunicó hoy a Efe un portavoz de esa agencia de la ONU, encargada de vigilar el cumplimiento del acuerdo.

Según esa fuente, el OIEA verificó al día siguiente que está operativa la planta de producción de agua pesada y que Irán dispone ya de 131,5 toneladas de ese material, por encima de las 130 que permite el acuerdo.

La remodelación del reactor de agua pesada de Arak, para evitar que pudiera producir plutonio, un material con aplicaciones civiles y militares, era una de las restricciones impuestas a Irán para asegurar que no podía hacerse con un arma atómica a corto plazo.

A cambio de limitar su programa atómico, Irán vio levantadas varias sanciones internacionales.

La reactivación de Arak había sido anunciada ya el pasado mayo por las autoridades iraníes dentro de su estrategia de incumplir progresivamente el acuerdo en respuesta a las nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos, que abandonó al pacto unilateralmente el pasado año.

Irán ha ido aumentando la cantidad y la pureza de su uranio enriquecido, otro combustible de doble uso, por encima de lo permitido, y ha reactivado maquinaria e instalaciones para ese fin no permitidas en el acuerdo, con el objetivo de presionar para que la Unión Europea le compense por las sanciones de Washington.

Irán ya había superado en el pasado la cantidad de agua pesada que se le permitía almacenar, en un incumplimiento temporal que se solventó permitiéndole exportar el exceso al extranjero de ese material, que también tiene aplicaciones médicas. Mundo

Vista general de la central nuclear iraní. EFE/Abedin Taherkenareh/Archivo