ATLANTA (AP) — La visita del presidente Donald Trump al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades el viernes se convirtió en una amplia defensa de la forma en que su gobierno ha manejado el brote del coronavirus, y estuvo salpicada de ajustes de cuentas, exageraciones y evocaciones de su juicio político.
Mientras los mercados financieros se desaceleran y el virus se propaga, Trump intentó una vez más aplacar la creciente preocupación que ha generado reducciones en los viajes y cancelación de eventos en todo el país. Pero el mandatario, que portaba una gorra roja de su campaña con la consigna “Mantengamos grande a Estados Unidos”, se desvió repetidas veces de su mensaje tranquilizador.
Trump dijo que el gobernador demócrata del estado de Washington, que enfrenta la situación más grave con el virus en el país, es una “serpiente”. El mandatario dijo que preferiría que la gente expuesta al virus en un crucero sea dejada a bordo de forma que no sea contabilizada en el número total de infecciones. Y afirmó falsamente que había pruebas disponibles para todos los que deseen examinarse de inmediato para ver si tienen el virus.
Insinuó también que la prueba para detectar el coronavirus es “minuciosamente perfecta” en su efectividad. Con ello, el mandatario hizo una comparación con la llamada telefónica de julio que sostuvo con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy, la cual derivó en que fuese sometido a un juicio político. Trump, absuelto por el Senado el mes pasado, ha insistido en que no hizo nada malo.
Antes de partir de Washington, el presidente promulgó un proyecto de ley en la Casa Blanca que asigna 8.300 millones de dólares para medidas de respuesta al coronavirus, y le dijo al público: “Mantengan la calma. Se irá”.
“Tenemos cifras muy bajas en comparación con importantes países en todo el mundo. Nuestros números están por debajo de prácticamente cualquier otro”, afirmó sobre los casos del virus en Estados Unidos.
Pero su mensaje fue más disperso en los CDC (siglas en inglés de los Centros para el Control de Enfermedades). La Casa Blanca anunció horas antes que el viaje del mandatario a esa dependencia había sido cancelado debido a los temores de que allí había una persona infectada, pero ésta dio negativo y a fin de cuentas Trump sí acudió.
Durante su visita a los CDC, Trump elogió el nivel de audiencia de su sesión de preguntas y respuestas esta semana en Fox News y se burló de una reportera de CNN. Interrumpió al secretario de Salud y Servicios Humanos Alex Azar mientras éste intentaba aconsejar a los estadounidenses a que tengan paciencia. Y, a pesar de que esta semana exhortó a trabajar en forma bipartidista para enfrentar la crisis del virus, Trump dijo que le pidió al vicepresidente Mike Pence que no fuese lisonjero durante su reunión del jueves con el gobernador Jay Inslee de Washington porque “es una serpiente”.
El presidente Donald Trump habla con los reporteros mientras lo escucha Robert Redfield, derecha, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en la sede del organismo en Atlanta, el viernes 6 de marzo de 2020. (Hyosub Shin/Atlanta Journal-Constitution vía AP) AP