Bruselas, 12 feb (EFE).- El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió hoy "cautela" hasta que el nuevo acuerdo de paz para el este de Ucrania logrado en Minsk se aplique sobre el terreno, mientras que el mandatario ucraniano, Petró Poroshenko, agradeció a los Veintiocho su "unidad" ante la crisis en su país.
"Hoy aún tenemos esperanza en una solución pacífica, pero la verdadera prueba es el respeto del alto el fuego" recogido en el nuevo acuerdo, que entra en vigor el día 15, dijo Tusk en una declaración ante la prensa sin preguntas junto a Poroshenko.
El presidente ucraniano fue invitado a informar a los 28 líderes de la UE sobre el acuerdo alcanzado hoy con los separatistas prorrusos, en una cumbre de los líderes de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania.
"El primer acuerdo de Minsk (pactado en septiembre) no fue respetado; permanecemos cautelosos hasta que las palabras en el papel se trasladen a hechos verdaderos", enfatizó Tusk, quien aseguró que la UE "permanece unida" en los esfuerzos por mantener la soberanía e integridad territorial de Ucrania.
Esa unidad ha quedado demostrada "cuando ha sido necesaria una reacción más fuerte o enviar asistencia para ayudar a reconstruir Ucrania", dijo el político polaco.
"Es importante en este momento crucial nuestra unidad con Estados Unidos" en este asunto, agregó.
La UE y EEUU han aplicado sanciones contra Rusia por su implicación en la crisis ucraniana y este último país está debatiendo si suministrar a Ucrania armamento defensivo, ante la escalada del conflicto con los separatistas.
En esa línea, Poroshenko mostró su agradecimiento personalmente a Tusk y a toda la UE, y subrayó la "unidad" que ha comprobado entre los líderes comunitarios, reunidos hoy de manera informal en Bruselas.
"Eso es lo más importante para mí, la unidad en la UE", incidió, y se refirió en especial a "la defensa de los valores europeos" y la solidaridad demostrada con Ucrania.
Poroshenko habló de la intensidad de la negociación que hoy concluyó en Minsk -"sólo dormí cinco horas en las últimas 72"- y de lo "muy difícil" que fue cerrar el acuerdo, especialmente después del recrudecimiento de los enfrentamientos entre las fuerzas ucranianas y las rebeldes, con un incremento de las víctimas civiles.
El presidente ucraniano destacó que "lo más importante" del acuerdo es el alto el fuego y que su Gobierno solicitó que fuera "de inmediato, sin ninguna condición previa", aunque finalmente ha sido fijado desde de la medianoche local del próximo sábado (22.00 GMT).
"Por desgracia, aún hay que esperar", lamentó, e insistió: "es vital para todos nosotros mantener la presión" para lograr el alto el fuego, la inmediata liberación de todos los presos o la salida de mercenarios de las regiones del este de su país.
Poroshenko dijo que, con la firma hoy en Minsk junto al presidente ruso, Vladímir Putin, y los representantes de los separatistas prorrusos, se ha "elevado el nivel de responsabilidad para la aplicación" del alto el fuego.
También recordó que Ucrania "ha sido muy responsable en la implementación" del acuerdo de Minsk original, firmado en septiembre de 2014, "no como las otras partes" implicadas.
En su opinión, la UE "ha demostrado como siempre su verdadera asociación con Ucrania".
"Agradezco este fuerte apoyo", dijo, a la par que agradeció la asistencia de 15.500 millones de euros (17.500 millones de dólares) durante cuatro años anunciada hoy por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para Ucrania.
Reconoció que es "importante" para el programa de reformas que se propone llevar a cabo Ucrania, al que pone "sólo una condición previa: la paz".
"Haremos lo posible por hacer de Ucrania un país viable, con una aspiración europea", concluyó Poroshenko.