LONDRES (Reuters) - La primera ministra Theresa May tratará de forjar un consenso en el Parlamento sobre un acuerdo de divorcio del Brexit después de que la aplastante derrota de su propio acuerdo sumiera en el caos el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea a solo diez semanas de la fecha prevista para que se consume.
Un día después de sufrir la peor derrota parlamentaria de un Gobierno británico en los tiempos modernos, May previsiblemente superará la moción de censura a la que se enfrenta este miércoles, al contar con el respaldo de los rebeldes de su propio partido y de sus aliados de Irlanda del Norte.
La moción de censura, convocada por el líder opositor del Partido Laborista Jeremy Corbyn después de que los diputados rechazaran el acuerdo del Brexit de May por 432-202, se llevará a cabo a las 1900 horas GMT.
Mientras se aproxima la fecha legal prevista para el Brexit, el 29 de marzo, el Reino Unido está paralizado por la crisis política más profunda en medio siglo ante el desencuentro de sus representantes sobre cómo salir del proyecto europeo al que se unió en 1973 o incluso sobre si se sale finalmente.
Después de que los diputados de un Parlamento fundado hace 800 años rechazaran el acuerdo de May con Bruselas, la mandataria se comprometió a dialogar con parlamentarios de alto nivel para lograr un consenso que evite un Brexit desordenado u otro referéndum sobre la permanencia comunitaria.
“La primera ministra, después de haber superado hoy (la moción de censura), asumiendo que es así, tratará de hablar con parlamentarios de alto nivel”, dijo la líder de la Cámara de los Comunes, Andrea Leadsom.
May, una detractora del Brexit que llegó al poder en el contexto de agitación política que se generó tras el referéndum, hablará con el opositor Partido Laborista, el norirlandés DUP y con sus propios diputados.
John McDonnell, responsable de finanzas de los laboristas, dijo que May podría obtener la luz verde del Parlamento si negociaba un acuerdo con su partido.
“Apoyaremos un acuerdo que vuelva a unir al país, proteja los empleos e impulse la economía”, dijo McDonnell a Reuters, y agregó que el Partido Laborista deseaba una unión aduanera permanente con la UE, una relación cercana con su mercado único y mayor protección para los trabajadores y los consumidores.
El Partido Laborista dice que su objetivo es llegar al poder y negociar un Brexit en mejores condiciones. Sin embargo, muchos miembros laboristas desean otro referéndum con una opción que permite cancelar el Brexit, y el partido dice que no descarta nada si no logra derribar a May.
La humillante derrota socava la estrategia de May en estos últimos dos años para forjar un divorcio amistoso que mantenga unos vínculos estrechos con la UE después de la salida del 29 de marzo.
La última vez que un tratado internacional fue rechazado por el Parlamento británico fue en 1864, cuando un acuerdo de extradición con Prusia fue rechazado, según la Sociedad Hansard.
¿NUEVO ACUERDO?
La libra esterlina subió el martes más de un centavo frente al dólar estadounidense tras conocerse la derrota de May y se mantenía cerca de ese nivel el miércoles. A pesar del fracaso del acuerdo de May, muchos inversores creen que ahora hay menores posibilidades de que el país salga sin ningún acuerdo de la UE.
May dice que la suspensión del Brexit es más probable que una separación sin acuerdo, pero ha insistido en numerosas ocasiones en su determinación de sacar al país de la UE y ha dicho que sería “catastrófico” para la democracia que no se cumpla el mandato popular del referéndum de 2016.
Desde que Reino Unido votó (con un 52 por ciento de votos a favor y un 48 por ciento en contra) abandonar la UE en un referéndum en junio de 2016, la clase política ha estado debatiendo cómo abandonar el proyecto europeo diseñado por Francia y Alemania después de la devastación de la Segunda Guerra Mundial.
Mientras los políticos discutían sobre el Brexit, las empresas se preparaban para el posible caos de un Brexit desordenado en el que el comercio con la UE pasaría a estar regido por las normas de la Organización Mundial del Comercio. Muchas compañías dicen que esto podría suponer graves trastornos en unas cadenas de suministro establecidas para una situación de libre comercio. UBS Wealth Management ha recomendado a los inversores que limiten su exposición a activos del Reino Unido.
Otros miembros de la UE, que en conjunto tienen aproximadamente seis veces el poder económico del Reino Unido, pidieron que haya diálogo, pero indicaron que había pocas posibilidades de un cambio fundamental en el acuerdo que May había negociado. El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, dijo que no quedaba mucho tiempo para encontrar una solución para el Brexit y que “el tiempo para jugar se ha terminado”.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo que un Brexit desordenado era más probable, mientras que Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, sugirió que Reino Unido debería ahora considerar revertir el Brexit por completo.
El activista del Brexit, Nigel Farage, dijo que probablemente se posponga el Brexit y tenga lugar otra votación sobre la pertenencia a la UE.
“Pienso y temo que vamos camino de un retraso y probablemente, sí, una segunda votación”, dijo Farage.
Para la UE, que se está recuperando de sucesivas crisis de deuda y refugiados, el Brexit es posiblemente el mayor golpe hasta la fecha en sus 60 años de historia, aunque sus otros 27 miembros han mostrado una unidad notable con respecto a la salida de Reino Unido.
Si bien algunos líderes de la UE y muchos parlamentarios británicos han sugerido que Reino Unido podría querer cambiar de opinión, a los líderes británicos les preocupa la acogida que tal decisión tendría entre los 17,4 millones de personas que votaron a favor de dejar el bloque.
Los partidarios del Brexit anticipan algunos problemas económicos a corto plazo, pero dicen que Reino Unido prosperará si se libera de un experimento que en su opinión está condenado al fracaso y bajo control alemán. Los detractores del Brexit dicen que es una locura que debilitará a Occidente, hará que Reino Unido sea más pobre y torpedeará lo que queda de su influencia postimperial. May