RÍO DE JANEIRO (AP) — El presidente Jair Bolsonaro emitió varios decretos para flexibilizar la estricta ley de armas en Brasil en un intento por salvar una de sus principales promesas de campaña después de que el Senado le rechazara una iniciativa previa.
El conjunto de edictos emitidos el martes en la noche cancela un decreto emitido en mayo que facilitaba el acceso a las armas de fuego y restaura muchas de las mismas disposiciones polémicas que enfrentan oposición de los legisladores.
El diputado opositor Marcelo Freixo tuiteó que el presidente intenta eludir el proceso legislativo tras la derrota de su decreto previo en el Senado.
Dicho decreto estaba programado a una votación en la Cámara de Diputados. De haber sido rechazado en esa instancia, prácticamente habría muerto.
Bolsonaro, un ex capitán del ejército de extrema derecha, prometió durante su campaña presidencial que permitiría a los “buenos ciudadanos” acceder a la tenencia de armas como una forma para enfrentar la incontrolable delincuencia.
Los detractores han manifestado su preocupación de que facilitar la tenencia de armas podría agravar los altos niveles de homicidios en Brasil. Según el grupo de estudios Foro Brasileño de Seguridad Pública, en 2017 se registraron 63.880 asesinatos, convirtiéndose en el año más cruento en la historia del país.
Bruno Langeani del grupo no gubernamental Sou da Paz (Soy de la paz), dijo que los nuevos decretos del mandatario constituyen un intento de último minuto por salvar su promesa electoral.
“El presidente sufrió una derrota en el Senado, y el asunto no pintaba bien en la Cámara de Diputados. Como canceló el decreto y emitió otros, anuló efectivamente la votación que debía efectuarse hoy”, declaró el miércoles Langeani.
El decreto que Bolsonaro emitió en mayo ampliaba los tipos de calibres disponibles para el público, autorizaba de antemano la portación de armas para un gran número de profesiones, como conductores de camiones, abogados y políticos, e incrementaba la cantidad de munición que se podía comprar al año.
Ese decreto enfrentó importantes impugnaciones políticas y jurídicas. Bolsonaro impulsó varias enmiendas que daban marcha atrás a algunos de los puntos más controversiales en un fallido intento por conseguir apoyo en el Congreso.
Los detractores afirman que los decretos más recientes continúan brindándoles a los ciudadanos acceso a las armas de fuego.
Robert Muggah, especialista en seguridad y director de investigación en el Instituto Igarapé, dijo que a pesar de la afirmación de Bolsonaro de que los cambios atendían las preocupaciones planteadas por los detractores, preservan la mayor parte del contenido original.
“Esta es una controversial maniobra política de la facción de Bolsonaro y podría dividir aún más al país. También está desviando la atención sobre la estancada reforma a las pensiones, el fracaso por poner en marcha un plan nacional de seguridad, y los recortes a los presupuestos educativos y ambientales”, declaró Muggah. Brasil
