miércoles, 21 de septiembre de 2016

Ban en su último discurso ante la Asamblea General, destaca las amenazas pendientes

20 de septiembre, 2016 — El Secretario General de Naciones Unidas habló hoy ante los Estados miembros con gran preocupación, a pesar de los logros alcanzados durante los diez años que ha liderado el organismo mundial.

En la apertura del segmento de alto nivel de la 71ª sesión de la Asamblea General, Ban Ki-moon alertó que existen abismos de desconfianza entre los ciudadanos y sus líderes, además del peligro que imponen los extremistas y el cambio climático.

Por esta razón, instó a los Estados a no perder el tiempo y cerrar la brecha entre ricos y pobres. Además, los urgió a hacer efectiva la entrada en vigor del Acuerdo de París sobre cambio climático antes de fin de año. 

Ban advirtió que la radicalización se percibe cada vez más y que los conflictos se hacen más complejos y prolongados, lo que se hace patente en Yemen y Siria.

Sobre la catástrofe siria, atribuyó al gobierno de ese país la máxima responsabilidad de poner fin a la guerra.

“No existe una solución militar. Muchos grupos han matado a muchos inocentes, pero ninguno más que el gobierno, que continúa bombardeando vecindarios y torturando sistemáticamente a miles de detenidos. Las potencias poderosas que siguen alimentando la maquinaria de guerra también tienen sangre en sus manos. Hoy están presentes en este recinto representantes de gobiernos que han ignorado, facilitado, financiado, participado e incluso planificado y llevado a cabo atrocidades infligidas por todas las partes del conflicto contra los civiles sirios”, enfatizó Ban. 

Continuando con sus declaraciones sobre la situación en Siria, el titular de la ONU deploró el ataque a una caravana humanitaria de la ONU y la Media Luna Roja Árabe en Siria. Lo calificó de repugnante, salvaje y aparentemente deliberado. 

En su intervención, Ban también expresó pesar por dos situaciones que han empañado el nombre de Naciones Unidas.

La primera, dijo, es la explotación sexual perpetrada por efectivos de las fuerzas de paz y otros integrantes de esas misiones contra las personas que debían proteger y la segunda fue la epidemia de cólera en Haití.

“Me causa mucho dolor y pesar el terrible sufrimiento que afrontan los haitianos afectados por el cólera. Se necesita una nueva estrategia para aliviar su dolor y mejorar sus condiciones de vida. Estamos comprometidos con sostener el cumplimiento de nuestra responsabilidad moral”, afirmó Ban.

Otro punto álgido de su prolongado discurso, el último como Secretario General ante el segmento de alto nivel de la Asamblea General, fue la propuesta de establecer un panel de alto nivel para mejorar el proceso de toma de decisiones en Naciones Unidas.

“Con mucha frecuencia he visto propuestas con apoyo mayoritario que han sido bloqueadas en nombre del consenso, por pocos y a veces un solo país. Tanto por países pequeños como grandes. En repetidas ocasiones he visto acciones esenciales y buenas ideas bloqueadas en el Consejo de Seguridad, bloqueadas en la Asamblea General, bloqueadas en el proceso presupuestario, bloqueadas en la Conferencia sobre Desrame y otros órganos. ¿Es justo que en este complicado siglo 21, un solo país o pocos países ejerzan ese poder desproporcionado y mantengan al mundo rehén en tantos temas importantes?”, cuestionó el titular de la ONU.

Finalmente, Ban instó a los Estados a remover todos los obstáculos para las operaciones de los trabajadores humanitarios y del personal de derechos humanos que actúa en defensa de los más vulnerables.

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El secretario general de la ONU Ban Ki-moon denunció el martes a los líderes que siguen "alimentando la máquina de guerra" en Siria, al tiempo que el presidente estadounidense Barack Obama dijo que no hay una solución militar a los cinco años de conflicto en esa nación y describió un mundo que se debate angustiosamente entre el autoritarismo y la democracia.

Tanto Ban como Obama dirigieron su discurso final en la reunión anual de líderes mundiales en las Naciones Unidas. Lo hicieron con un telón de fondo de un creciente derramamiento de sangre y un fallido cese del fuego en Siria, un aumento de los ataques en el mundo por parte de extremistas islámicos, y millones de personas que huyen de los combates y la pobreza.

El jefe de la ONU, cuyo período de 10 años al timón del organismo internacional termina el 31 de diciembre, descargó su frustración reprimida con una franqueza inusual, al afirmar en la apertura de la reunión ministerial anual de la Asamblea General que "patrocinadores poderosos" en ambos lados en el conflicto sirio -a quienes no identificó- "tienen sangre en sus manos".

"En esta sala están presentes hoy representantes de gobiernos que han ignorado, facilitado, financiado, participado o incluso planeado y realizado atrocidades infligidas por todas las partes en el conflicto en Siria contra civiles sirios", enfatizó.

Pero Ban culpó al gobierno sirio de la mayoría de las muertes. Dijo que éste continúa arrojando bombas de barril sobre vecindarios y torturando a miles de detenidos. La cancillería siria condenó el discurso de Ban y sostuvo que la ONU había fracasado en resolver cualquier conflicto durante su período al frente del organismo.

Ban habló así mientras Estados Unidos, Rusia y más de una decena de otros países intentaban reanimar una tregua de una semana de existencia, y mientras Washington y Moscú discutían sobre quién era el responsable de un ataque ocurrido el lunes sobre una caravana de ayuda en el que murieron alrededor de 20 civiles, el cual fue calificado por el jefe de la ONU como "un ataque repugnante, salvaje y al parecer deliberado". Ban llamó "cobardes" a quienes arrojaron las bombas.

En el conflicto sirio han muerto aproximadamente medio millón de personas, lo que ha contribuido a la peor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial y ha permitido al grupo Estado Islámico emerger como una amenaza global.

Obama, quien deja su cargo en enero después de ocho años en la presidencia, admitió que los extremistas y la violencia sectaria que ocasiona estragos en Medio Oriente y otras partes del mundo "no serán revertidos rápidamente". No obstante, se apegó fielmente a su insistencia de que los esfuerzos diplomáticos y no las soluciones militares son la clave para resolver la guerra civil de Siria y otros conflictos. News from The Associated Press