Beirut, 21 de septiembre, 2016 (Reuters). Fuerzas rebeldes y pro-gubernamentales sirias se enfrentaron el miércoles en los principales frentes cerca de Alepo y Hama, mientras ataques aéreos dejaron decenas de muertos, al final de un cese al fuego que parecía haberse desbaratado por completo.
Los renovados enfrentamientos demostraron las escasas perspectivas de renovar una tregua que colapsó con nuevos combates y bombardeos el lunes, incluyendo un ataque contra un convoy de ayuda que funcionarios estadounidenses creen fue realizado por aviones rusos. Moscú niega estar involucrado.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tenía previsto mantener una reunión de alto nivel sobre Siria el miércoles más tarde. A pesar de acusar a Moscú de estar detrás del bombardeo del convoy de ayuda, Estados Unidos dice que el acuerdo de cese al fuego que patrocinó junto con Rusia "no está muerto".
Pero el trato, probablemente la última esperanza de alcanzar un acuerdo sobre Siria antes de que la administración del presidente Barack Obama deje la Casa Blanca, sigue el camino de todos los esfuerzos de paz previos: los diplomáticos continúan promoviéndolo mucho después de que las partes enfrentadas parecen haberlo abandonado.
Los enfrentamientos durante la noche se focalizaron en áreas que controlan el acceso a la ciudad de Alepo, donde la zona este, que está en manos de los rebeldes, ha sido rodeada por fuerzas gubernamentales apoyadas por aviones rusos y milicias respaldadas por Irán.
Medios estatales sirios y un canal de televisión controlado por su aliado libanés Hezbollah dijeron que el ejército había recapturado una fábrica de fertilizantes en el área de Ramousah al sudoeste de la ciudad. El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, un órgano que monitoriza la guerra, confirmó el avance.
El ejército reportó haber realizado ataques aéreos en siete zonas cercanas a Alepo. El Observatorio dijo que uno de ellos provocó la muerte de cuatro trabajadores médicos y al menos nueve rebeldes en la ciudad de Khan Touman, al sur de Alepo.
Fuerzas del Gobierno sirio también lanzaron una importante incursión en la provincia de Hama, en el oeste del país. Abu al-Baraa al-Hamawi, un comandante rebelde dijo a Reuters que "es un ataque muy intenso (...), pero fue repelido por los hermanos, gracias a Dios".