Oviedo (EuroEFE).- Los presidentes del Consejo Europeo, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo defendieron este viernes el respeto a la ley y el Estado de derecho como garantía de paz y convivencia dentro de la Unión Europea, en sus discursos en Oviedo tras recoger el Premio Princesa de Asturias de la Concordia concedido a la UE.
Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, Jean Claude Juncker, responsable de la Comisión Europea, y Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo, ensalzaron en sus aplaudidos discursos ante los reyes de España el espacio común que representa la Unión Europea como "símbolo de paz, democracia y libertad".
Aunque ninguno de ellos mencionó el conflicto secesionista en Cataluña, los tres subrayaron en sus intervenciones la necesidad de respetar "unas reglas aprobadas entre todos", como destacó el italiano Tajani.
Tajani: respetar las leyes no es una opción, es una obligación
Antonio Tajani, el presidente del Parlamento Europeo fue el más contundente en sus críticas a los "egoísmos nacionalistas" que "salen a flote" en estos tiempos y defendió la importancia del estado de derecho frente a los que "siembran la discordia ignorando voluntariamente las leyes".
"Mientras el derecho no se cambie, su respeto no es una opción: es una obligación", subrayó Tajani, quien agregó que "a nadie se le ocurre en la UE saltarse las normas aprobadas entre todos".
"La Unión Europea no tiene una policía que tenga que ejecutar las decisiones judiciales. No es necesario. Cuando el Tribunal de Justicia dicta una sentencia, se aplica y punto", concluyó.
Tajani ha recordado que los europeos ya no discuten con armas sino "en torno a una mesa", de acuerdo con "unas reglas aprobadas entre todos", es decir, "dentro del derecho", y ha remarcado que "los tratados de la Unión Europea y la Constitución forman un solo cuerpo legal y democrático que todos tenemos el deber de respetar".
A este respecto, el presidente del Parlamento Europeo ha pedido "no levantar fronteras entre los europeos" porque "demasiadas veces se nos ha ofrecido el paraíso cambiando las fronteras y se nos ha llevado con ello a los infiernos".
"Hay algunos en Europa, populistas y nacionalistas, que gastan esfuerzos y recursos en separarnos. Mejor harían en trabajar por la concordia", pidió Tajani.
También el presidente del Consejo Europeo , el polaco Donald Tusk, defendió que el diálogo es siempre mejor que el conflicto, que la ley tiene que ser respetada por todos los que participan en la vida pública y que la armonía es mejor que el caos.
Juncker: el 'poder suave' de la Unión Europea se basa en el Derecho
Por su parte, el presidente de la Comisión europea , el luxemburgués Jean Claude Juncker, aseguró que la fuerza de la Unión Europea y su "poder suave" se fundamenta "en la regla del derecho", que permite que sus ciudadanos vivan juntos "en una convivencia armoniosa y respetando todas las diferencias".
Durante su intervención, Juncker recordó que España "ha conocido todos los tormentos y las dificultades que han marcado el ritmo de la evolución europea en el siglo XX" hasta convertirse "en una fuerza motriz de Europa".
"El lugar de España es y seguirá siendo estar en el corazón de Europa; sin España, Europa sería mucho más pobre", apuntó Juncker tras reconocer su admiración por la labor europeísta iniciada por el rey Juan Carlos I y continuada ahora por su hijo, Felipe VI.
En sus sesenta años de andadura desde la firma del Tratado de Roma, apuntó, la UE ha hecho méritos para ser un símbolo de paz, democracia y libertad en todo el mundo y sigue siendo "joven y activa", aunque se muestre "deprimida".
"Hay que recordar siempre que esa paz continental, tras tanto martirio y dolor, es una conquista de todos los días y que a menudo olvidamos aquellas biografías rotas de las generaciones de padres, madres y abuelos en los campos de batalla, las cárceles, los campos de concentración, la miseria y en la desesperación", dijo.
Esas generaciones, señaló Juncker, alimentaron siempre el sueño eterno del "nunca más esto" cuando decidieron renunciar "a la guerra y al rechazo del otro" y opusieron la fuerza del derecho, "un principio fundamental de la UE", a la "fuerza estúpida de las armas".
Con un "Viva España" y "Viva Europa" cerró Juncker su intervención, tras celebrar la "visión hermosa" que había supuesto para él contemplar, en su segunda visita a Oviedo, las calles plagadas de banderas españolas. euroefe